lunes, 29 de agosto de 2011

reverencia al carpato

Ayer estaba en casa, aburrida, pensando que las vacaciones de verano ya se acababan y que en apenas unos días, volvería otra vez el rutinario paseo de cada día hacia el trabajo y las labores cotidianas. Limpiaba el polvo de mi nueva  estantería cuando unos libros no olvidados, llamaron mi atención.
Libros releidos docenas de veces con un lugar privilegiado en los estantes más accesibles. Me quedé relellendo sus páginas, como muchas otras veces había hecho, perdiendome en ellas, imaginando ese mundo ideal, oscuro y al mismo tiempo tan tentador. Porque Todas las que hemos leído alguna vez alguna historia de Christine Feehan nos hemos quedado prendadas de esos hombres fabulosos que son los cárpatos. Hombres que dan su vida por lo que creen sin descuidar a sus compañeras eternas. Porque amigas mias, quien de nosotras no desearía a un cárpato en su vida?
Altos, con cuerpos diseñados para el delito, con un espíritu inquebrantable, y siempre buscando a su mujer, a su compañera eterna. Una mujer con garra que rivaliza en todo a ellos.
Todas, y yo la primera, me encantaría protagonizar alguna de sus novelas, aunque sólo sea en un breve párrafo de alguno de sus libros. Porque con ese párrafo, aunque sea diminuto, seríamos las heroínas de nuestra propia historia.